Como y cuanto comer. La Psiconutricionista

Siempre se habla de lo que hay o no hay que comer, pero… el cómo y el cuánto también importan.

Quién de nosotros no ha escuchado alguna vez a un adulto decirle a un niño, “ Hay que comérselo todo” o “ Si te lo comes todo, tendrás un premio” o “Hay que comer mucho para tener energía?
Desde pequeños nos están inculcando la importancia de comer mucho y dejar los platos limpios.

En los países desarrollados, como el nuestro, el exceso de oferta favorece el consumo excesivo, sin embargo las cifras de malnutrición son alarmantes.

La forma en la que comemos también influye en las cantidades. Comer muy rápidamente, hacerlo delante de la tele o el ordenador, impide que seamos conscientes de lo que comemos y cuánto comemos, no le damos tiempo a nuestro cuerpo a sentirse saciado, no le damos tiempo de liberar la leptina que nos dirá cuando parar de comer.

La ingesta de alimentos y bebidas muy por encima de los requerimientos nutricionales acarrea consecuencias graves, la más común y conocida es la obesidad y todo el amplio abanico de afecciones que la acompañan.

Además, cuando se ingieren alimentos muy altos en carbohidratos y azúcares se libera dopamina y se activan los mecanismos de recompensa cerebral, conduciendo a comer por placer y no por hambre.
Al comer en exceso nuestras funciones cerebrales suelen verse mermadas con el tiempo y nuestro sistema digestivo es el que acusa más directamente algunas dolencias, y no, no vale con recurrir después a fármacos para mitigar las molestias.

Por lo tanto, lo que comemos importa, pero también cuánto y cómo lo hacemos son factores que todos deberíamos tener en cuenta.

Scroll al inicio